Signo Géminis Géminis - Aire Mutable

Géminis, el tercer signo del zodíaco, sigue a Tauro y nos invita a abrirnos a nuevas posibilidades. Una vez que Tauro fija los valores, la energía necesita expandirse y explorar, y es aquí donde entra en juego la energía geminiana. A través del pensamiento, Géminis nos brinda la capacidad de entender que existen infinitas formas de ver el mundo. Nos enseña que el pensamiento crítico puede liberarnos de los fanatismos y las creencias rígidas. La famosa duda geminiana cuestiona todo, porque sabe que siempre hay otra forma de ver las cosas. El aire de Géminis no busca la verdad definitiva, sino seguir pensando y explorando. Su poder radica en generar diferencias a través de la pregunta: ¿Por qué?.

Las vibraciones de Géminis:

  • Baja vibración por exceso

    Cuando la energía de Géminis está en exceso, la duda se exacerba y el pensamiento se vuelve caótico y sin sentido. Esto puede llevar al escepticismo, donde se duda de todo y no se confía en nada. La persona puede volverse demasiado mental, perdida entre las innumerables posibilidades sin encontrar un rumbo claro.

  • Baja vibración por defecto:

    Cuando la energía geminiana está en falta, nos aferramos a creencias fijas y únicas, sin cuestionarlas. Esto sucede cuando la cultura no nos enseña a pensar críticamente sino a seguir sin cuestionar. En este estado, la potencia de Géminis queda apagada.

  • Alta vibración:

    En alta vibración, Géminis incorpora una dosis de su opuesto complementario, Sagitario, que proporciona el marco y el sentido de la existencia. El pensamiento geminiano cuestiona el sentido de lo que está pensando, comprendiendo que este sentido es mutable y cambiará. La duda se utiliza para comprender, no por la duda misma. Géminis se convierte en un excelente oyente y comunicador, utilizando el pensamiento crítico para aprender, cuestionar y compartir con los demás. Busca la diferencia para dar un nuevo sentido a la existencia.

Ejercicios de Coaching para Geminis:
  • Práctica de Escucha Activa:

    Participa en una conversación con alguien y práctica la habilidad de escuchar activamente. Haz preguntas abiertas para fomentar una conversación significativa y muestra interés genuino en lo que la otra persona tiene para decir. Pregunta todo lo que no entiendas, y enfócate en no interrumpir. Observa cómo tu capacidad para escuchar mejora la calidad de tus interacciones.

  • Reflexiones Personales:

    Responde libremente a las siguientes preguntas:

    • ¿Cuál fue el último aprendizaje significativo que recuerdas haber tenido? Reflexiona sobre una experiencia reciente en la que hayas aprendido algo nuevo o hayas adquirido una nueva perspectiva. ¿Cómo te impactó este aprendizaje y cómo lo integraste en tu vida?

    • ¿Cómo te sientes cuando te toca escuchar a los demás? Explora tus reacciones cuando estás en una situación en la que necesitas escuchar activamente a otra persona. ¿Te sientes cómod@ siendo un@ buen oyente o te resulta desafiante?