Tauro es el segundo signo del zodíaco, y su energía llega después del ímpetu de Aries. En Aries gastamos mucha energía a través de la acción, pero Tauro tiene una visión diferente: cuida y economiza su energía porque sabe que es limitada. Como primer signo del elemento tierra, Tauro se enfoca en el cuidado del cuerpo y de los objetos, prestando atención tanto al bienestar propio como al valor de sus posesiones. La pregunta central para Tauro es: ¿Para qué cuida? La respuesta es: para mantener su valor, tanto el valor propio (autoestima) como el valor de los objetos. En el mundo de Tauro, la palabra "cambio" no existe, ya que cambiar algo implica perder su valor original. Para Tauro, el mundo está lleno de valores que deben ser preservados.
En su afán por mantener el valor propio y el de sus objetos, Tauro puede pasar la vida cuidando lo que tiene sin arriesgarse ni adaptarse. Se rigidiza en su postura, definiéndose por lo material y descuidando las relaciones interpersonales. No acepta opiniones diferentes porque siente que amenazan su valor. En este estado, Tauro puede volverse cerrad@, terc@ y resistente al cambio, mostrando dificultades para adaptarse a las diversas situaciones que la vida propone.
Cuando la energía taurina está en falta, descuidamos lo que tenemos y nos descuidamos a nosotros mismos. Esto lleva a una baja autoestima y a una visión victimista de la realidad, transformando la vida en una constante pérdida.
En alta vibración, Tauro incorpora una dosis de su opuesto complementario, Escorpio. Se cuida a sí mism@ y a sus posesiones, entendiendo que esto le da valor propio. Sin embargo, también comprende que todo lo que vale tiene un costo, y ese costo puede ser emocional. Actúa y se arriesga sabiendo que en cada ganancia hay una pérdida, y elige sabiamente considerando ambas variables. Disfruta de la vida y de las relaciones, consciente de que todo es transitorio.
Elige los cinco valores que consideres más importantes en este momento de tu vida. Reflexiona sobre cómo estos valores están presentes en tu vida en la actualidad.
Escribe dos metas que desees alcanzar para cada uno de los cinco valores seleccionados en el ejercicio anterior. Estas metas deben estar alineadas con tus valores fundamentales y reflejar lo que es importante para tí en este momento.
Piensa en una acción específica que puedas llevar a cabo para cada una de las metas propuestas. Estas acciones deben ser comprometidas y orientadas hacia el logro de tus objetivos. Identifica cómo puedes comenzar a implementar estas acciones a partir de hoy mismo.